domingo, 17 de abril de 2011

Reunión

¡Que estupida habia sido! Ni siquiera sabia como iba a encontrarme con Helena, tonta tinitha, me repeti para mi misma, segui por las calles buscando algun indicio de mi hermana, por algun lado, me parecio vislumbrar por un callejon unos cabellos castaños, segui ese rastro y entre al callejon, no sabia porque, nomas de estar ahi sentia como si todas mis fuerzas se fueran, todos los malos pensamientos venian hacia mi, como si hubieran miles de dementores cerca.
-Helena?-murmure con la voz cansada, no tenia idea del porque mis fuerzas se habian ido.
-si?-era la voz de mi hermana, sonrei un poco y mi corazon empezo a latir fuertemente, sabia que era ella, que no habia sido una trampa.
-por fin!, me piensas explicar que pasa o que?-demande a las sombras, esperando una respuesta-donde has estado? porque te fuiste? que cosas me ocultan, habla o es mas dejate ver!
-creo que mirandome te daras cuenta de lo que realmente pasa-murmuró algo enfadada, bueno a ella nunca le habia gustado mi manera de ser, la manera en que me habia hecho como una niña pequeña que quieren que le cumplan sus caprichos al instante.
Sus pasos se escucharon acercarse, parecian un susurrar sobre el viento, no podia distinguirla aun sobre las sombras, hasta que la vi acercarse, ella no podia ser mi hermana...
Y digo que no podia porque simplemente no parecia ella, en donde rayos habia estado?, su piel normalmente blanca acremada, se habia vuelto palida, sus ojos chocolates, estaban rojos, sus rasgos mas femeninos, mas seductores, incluso su manera de caminar, trague saliva, sabia lo que era, habia visto miles de imagenes en los libros de Defensa contra las artes oscuras, habia visto miles de peliculas muggles sobre eso, nunca habia sospechado minimamente que mi hermana fuera uno de ellos o es mas siquiera conocerlos.
-esta soy yo-murmuro dejando ver sus colmillos que sobresalian, trague saliva intentando calmarme, pero lo unico que pude lograr fue atemorizarme mas, que le habian hecho?,donde se habia metido? tenia tantas preguntas que hacerle.
-Este no es lugar para preguntas-una voz susurro detras de mi-es hora de irnos-antes si quiera de poder voltear a ver al hombre que hablaba, senti un golpe en mi nuca y perdi la conciencia.

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